La planta de lima, también conocida como Citrus aurantifolia, es un árbol frutal perenne que se cultiva por su deliciosa fruta cítrica.
La planta de lima es un árbol pequeño que generalmente alcanza una altura de 2 a 4 metros, aunque algunas variedades pueden crecer más altas. Tiene hojas verdes brillantes y flores fragantes de color blanco. Las frutas de la lima son redondas o ovaladas, de color verde brillante cuando están maduras y contienen un jugo ácido y aromático.
Cuidados de la planta de lima:
- Luz solar: La planta de lima necesita luz solar directa durante al menos 6 horas al día. Colócala en un lugar soleado o en un invernadero bien iluminado.
- Temperatura: Prefiere climas cálidos y no tolera bien las temperaturas por debajo de los 10 °C. Es sensible a las heladas, por lo que si vives en un área con inviernos fríos, considera cultivarla en macetas que puedas mover en interiores durante el invierno.
- Riego: La planta de lima necesita un riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo. Evita el encharcamiento, ya que el exceso de agua puede causar pudrición de las raíces. Permite que la capa superior del suelo se seque antes de volver a regar.
- Suelo: Prefiere un suelo bien drenado y ligeramente ácido. Utiliza una mezcla de tierra para macetas que contenga turba, perlita y arena para asegurar un buen drenaje.
- Fertilización: Alimenta la planta de lima cada dos meses durante la temporada de crecimiento con un fertilizante balanceado para cítricos. Sigue las instrucciones del envase para determinar la cantidad adecuada.
- Poda: Realiza una poda ligera para mantener la forma y el tamaño deseado de la planta. Elimina las ramas muertas, enfermas o dañadas. La poda también puede ayudar a mejorar la circulación de aire y la entrada de luz en el centro del árbol.